Eisbock es el nombre que se le da al tipo de cervezas más fuerte que se conoce a nivel mundial.
Con niveles de hasta 70 grados de alcohol, este tipo de cervezas marcan un punto sobre esta refrescante bebida donde realmente necesitamos ser amantes de la cerveza para atrevernos a probarlas.
Historia de la Cerveza Eisbock
Se elaboraba ya entre el siglo XIV y XV en la ciudad Kulmbach en Alemania. Se dice que se originó por descuido de la cervecería Reichelbräu quienes dejaron olvidados dos barriles de bock y debieron pasar las temperaturas invernales a la interperie.
Debido a las condiciones climáticas el contenido de los barriles se congeló dejando en el bloque de hielo la primera preparación (accidental) de una cerveza eisbock.
Según la leyenda dice que al ver el bloque de hielo, el aprendiz olvidadizo tuvo que beber del liquido que quedaba fuera del contenido congelado comprobando que el sabor no era desagradable ni mucho menos, era una obra de arte que debía ser preparada más a menudo.
Si bien es solo una leyenda, está muy bien para compartir cuando nos preguntan acerca del origen de la eisbock.
Como se prepara la Eisbock
La elaboración de la cerveza eisbock es un poco más complicada que las otras tipo Lager o Ale. Su producción aparte de necesitar más tiempo también necesita inversión por lo que son muy pocas las cervecerías que se dedican a realizarlas.
Son creadas al congelar y quitar parte del agua que la compone, esto ayuda a que el cuerpo de la cerveza, su sabor y la concentración de alcohol sea mucho más fuerte.
El amargo de la cerveza también se pierde por la congelación pero esto es compensado por la concentración más alta de alcohol.
Existen tipos de cervezas tipo eisbock a las cuales posteriormente de la congelación se les añade más alcohol, haciendolas parecer más una bebida destilada que fermentada