El sidra, es una bebida alcohólica producida de la fermentación de la manzana y la pera.
Muy popular en países como España o Argentina, tiene una historia tanto interesante como antigua que data desde la época de los Hebréos.
Un poco de historia
Aunque por su forma de elaborar muchas personas puedan llamarlo vino de manzana, es una bebida que no tiene nada que ver con lo que se conoce como vino.
Su primera aparición se atribuye a los Hebréos en epocas del siglo XIII a.C, aunque no existe algún documento escrito que de fé de una fecha exacta.
Conocida por los griegos y romanos, fueron estos últimos quiene como con el vino o la cerveza, exportaron a las demás regiones del continente europeo la Sidra.
Se popularizó bastante en países de Europa como España, Francia y Gran Bretaña.
Para los Estadounidenses, la Sidra fue llevada por los Britanicos, por tanto tienen una buena cultura sidrera obviamente de origen Anglosajón.
Para América Latina, el gusto por esta bebida alcohólica llego a principios del siglo XX con la llegada de los emigrantes españoles. Su mayor auge está en Argentina donde se produce y se utiliza como bebida tradicional de fiestas navideñas.
Elaboración de la sidra
La sidra, al igual que el vino, tiene un proceso de elaboración bastante riguroso comenzando con una buena cosecha de la fruta. Cabe destacar que manzanas que no estén en buen estado darán como resultado una Sidra no muy buena.
Una vez obtenida la materia prima, se lava la manzana para quitar residuos como la tierra y los tallos.
Así entonces una vez obtenida la materia prima y lista para comenzar, se procede a hacer la molienda de la manzana, que termina en una pasta jugosa de toda la fruta para luego ser prensada y sacar todo el jugo.
Una vez obtenido todo el jugo, se clarifica con un poco de enzimas para luego pasar al proceso de fermentación con las levaduras.
La sidra tiene dos procesos de fermentación, el primero dura aproximadamente 6 días en los cuales las levaduras realizan todo el proceso de convertir el azúcar en alcohol. Luego de esto viene la fermentación maloláctica que transforma el ácido málico en láctico para que sea más suave al paladar.
Una vez finalizado este proceso se separa el liquido de las borras a temperaturas bajas procurando el abrigo del oxígeno que ayuda a clarificar el aspecto visual de la sidra.
Finalmente obtenida la sidra, se procede a agregarle el dióxido de carbono a través del método Champenoise de los vinos espumosos.
Al terminar todo el proceso es embotellada y lista para su distribución, cabe destacar que las sidras no pasan por procesos de envejecimiento, una vez embotellada está lista para consumir.